No sé cómo puedes mantenerte tan firme, tan rígida, sin siquiera pensar en mí; mientras que yo, al anochecer, me desvelo meditando acerca de la real y la ilusión de la verdadera tú.
Nunca había sido tan buena expresándome, nunca me abrí con alguien. Esto es porque nunca quise mostrar quien era; a parte, la gente en esta sociedad usualmente no comprende ni acepta una mentalidad distinta (también quizá es porque aprendí que a la gente realmente no le interesa). Pero entonces, llegaste tú (aquí viene el cliché