PH: Daniel Torres Bonatto
En la antropología primaria, los pedazos de leña,
el primer ¿era hombre?, pasaba el día, se esforzaba,
y delante el calor que se iba extinguiendo,
como la chispa reía,
se transformaba en incendio.
Entonces, eras tú el espíritu de pena,
y ante la mecha, la madera encendida,
era una brasa, foco de fuego,
acercaste la palma y viste la mano relucir naranja
los trazos de las cuevas que fueron refugio.
Para no dormir y acercarte a la tierra oscura,
blanda cuando llueve, donde se hunden pies
y se libera el hueso de la articulación de la culpa,
las hojas secas prendiste,
y los árboles se hicieron papel.
*Inspirado en un poema de Jorge de Lima que estaba en la pg. 199 de un libro que no sé dónde está, ni tampoco cómo se llama.
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