No es posible afirmar si Thom Yorke haya ido alguna vez a terapia (muy probablemente sí), pero esta canción rescata muchas ideas relacionadas a temas de autoayuda o mensajes que uno pudiera decirse para avanzar y no quedarse atrapado. En pocas palabras, letras muy positivas al contrario de la mayoría de las existentes en el catálogo de Radiohead.
Basada en su totalidad en sintetizadores, es tal vez la canción más electrónica del grupo de lados b de la época. Algunos pasajes de su letra también pueden ser rastreados en los archivos de la página web de la banda. Tampoco ha sido tocada alguna vez en vivo.
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